Criadillas de la Tierra, Trufas del desierto o Trufa Extremeña
Las criadillas de la tierra o trufa extremeña (trufas del desierto, trufas de la tierra), son unos unos hongos ipogeos cuyo nombre científico es la Terfecia Arenaria se recolecta en una época en concreto del año, suele ser entre febrero y mayo, dependiendo de si acompañan las lluvias o no y su olor es característico e intenso al de un hongo, suele ser escasas y difícil de encontrar.
Características de las Criadillas de la Tierra
Su tamaño puede oscilar entre 2 y 8 cm de diámetro su color es blanco o un rojizo suave.
La criadilla de tierra se cría en zonas concretas de extremadura y hasta una profundidad de 20 o 30 cm, pudiendo algunas de estas llegar a salir a la superficie, sólo unos pocos son los privilegiados que se dan la habilidades para encontrar estas trufas de ahí su escasez y elevado precio para la cocina, la formula para poder encontrarlas es conoce el terreno y algunas características que suelen desarrollar en el.
No se les debería llamar trufas como tal, induce a confusión a los consumidores. Gastronómicamente, no tiene nada que ver una Tuber melanosporum con ninguna de estas “trufas del desierto o criadillas” y su utilización en la cocina es totalmente distinta. Mientras las trufas verdaderas se utilizan para aromatizar los platos, las “trufas del desierto” no tienen ningún aroma y se comen como cualquier otro hongo.
Reciben diferentes nombres populares según las regiones, siendo los más frecuentes “turmas” en Murcia, “patatas de tierra”, “criadillas de tierra” en Extremadura, “papas crías” en Lanzarote y «criadas» en Fuerteventura.
Valor nutricional de las trufas de la tierra o criadillas
Las trufas del desierto se consumen principalmente por tradición y por su agradable sabor, contienen cantidades importantes de proteínas y muy elevadas de antioxidantes, que las hacen muy interesantes desde el punto de vista nutricional. Su composición varía según la especie y según los autores de los estudios.